domingo, 19 de agosto de 2007

MAS SOBRE LOS BENEFICIOS DEL EJERCICIO MODERADO

NUEVA YORK (Reuters Health) - El ejercicio moderado, como caminar, sería tan bueno o mejor para el corazón que el entrenamiento intenso, indicó una nueva investigación.

Un estudio sobre 240 adultos con sobrepeso y mediana edad halló que el ejercicio moderado, pero no la actividad intensa, mejoró los niveles de grasa en sangre (triglicéridos) en los pacientes.

Asimismo, el aumento del colesterol "bueno" o HDL dependía más de la cantidad que de la intensidad del ejercicio.

Es más, los investigadores hallaron que ambos beneficios, el relacionado con los triglicéridos y el vinculado al colesterol HDL, se mantenían aún cuando los participantes se tomaban un descanso del ejercicio.

Todo esto es una buena noticia para las personas sedentarias que no abandonarían el sillón para salir a correr todos los días, afirmaron los autores.

Por otro lado, hay una mala noticia para los sedentarios que prefieren seguir siéndolo. En el estudio, los participantes que permanecieron inactivos aumentaron el nivel de colesterol "malo" o LDL durante seis meses.

Los efectos negativos no terminan acá.

Un estudio previo con el mismo grupo de estudio halló que los participantes sedentarios siguieron aumentando kilogramos y centímetros en la cintura, dijo a Reuters Health el autor principal de esa investigación, el doctor Cris A. Slentz.

"Para las personas sedentarias con sobrepeso o moderadamente obesas seguir siendo inactivas es peor de lo que se pensaba", dijo Slentz, fisiólogo del ejercicio del Centro Médico de la Duke University, en Durham, Carolina del Norte.

El equipo publicó los resultados en Journal of Applied Physiology.

El estudio incluyó a 240 hombres y mujeres sedentarios con sobrepeso, a los que se dividió al azar en cuatro grupos. Dos grupos entrenaron intensamente sobre cintas de caminar u otros aparatos con distinta cantidad de ejercicio: un grupo trotó unos 32,19 kilómetros por semana y el otro, 19,30 kilómetros.

El tercer grupo entrenó con intensidad moderada el equivalente a 19,30 kilómetros de caminata por semana. El cuarto grupo mantuvo la inactividad.

Los investigadores analizaron los efectos de cada rutina sobre los niveles de colesterol y triglicéridos de los participantes durante los seis meses de estudio, como así también si las mejoras se mantenían después de dos semanas de descanso.

Los investigadores hallaron que, en promedio, sólo el ejercicio moderado sostuvo en el tiempo la reducción de triglicéridos. El aumento del HDL se mantuvo sólo en los pacientes que entrenaron intensamente por más tiempo.

Esa ventaja con el HDL no se observó en las personas que entrenaron intensamente poco tiempo por semana. Según los autores, ese beneficio se debe a la cantidad y no la intensidad del ejercicio.

Lo importante, para Slentz, es que "la mayoría de los beneficios" del ejercicio está relacionada con la cantidad y no la intensidad del entrenamiento.

La excepción es el ejercicio intenso, como trotar, que demostró mayor efectividad en mejorar la capacidad cardiovascular, lo que para Slentz podría o no ser importante en el riesgo cardíaco.

De modo que la elección personal de hacer ejercicio debería depender de los objetivos propios, sostuvieron los investigadores. Para muchos, eso significa realizar una actividad moderada.

"Lo maravilloso" de ese tipo de ejercicio, concluyó Slentz, es que las personas sólo necesitan encontrar dos bloques de 15 minutos diarios para realizar una caminata.



FUENTE: Journal of Applied Physiology, agosto del 2007

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