martes, 7 de agosto de 2007

LOS LIBROS NO MUERDEN...Y ENCIMA PROTEGEN AL CEREBRO!!

(HealthDay News/Dr. Tango) -- Una buena capacidad de lectura podría ayudar a proteger al cerebro del daño relacionado al plomo, una sustancia tóxica, según muestra un estudio reciente.
Se encontró que 2.5 veces más probable que el plomo tuviera efectos negativos en los cerebros de los adultos que tenían una capacidad de lectura limitada que en los cerebros de los buenos lectores, según informan los investigadores en la edición del 31 de julio de Neurology.
Sin embargo, la capacidad de lectura no protegió las habilidades motoras del individuo de los efectos tóxicos del plomo.
Un equipo del Centro de neurología ocupacional y ambiental de Baltimore estudió los efectos de la exposición al plomo en 112 trabajadores de una fundición de plomo de New Brunswick, Canadá. Los trabajadores tomaron varias pruebas de pensamiento y velocidad motora además de una medida de su capacidad de lectura.
Los investigadores entonces calcularon la exposición al plomo en la vida laboral a partir de los niveles históricos de plomo obtenidos de la fundidora. Los trabajadores se dividieron en grupos de "alta reserva cognitiva" (definido como un nivel de lectura de grado 12 ó superior) y "baja reserva cognitiva" (correspondiente al grado 11 o inferior).
La reserva cognitiva se refiere a las capacidades mentales, como la capacidad de lectura, que por lo general no son afectadas por la exposición al plomo en la adultez. Funcionan como una medida de la capacidad del cerebro de mantener el funcionamiento a pesar del daño.
El resultado fue que "aunque los dos grupos tuvieron una exposición similar al plomo, los efectos cognitivos de éste fueron 2.5 veces mayores en los trabajadores que tenían una baja capacidad de lectura", afirmó en una declaración preparada la Dra. Margit L. Bleecker, la autora del estudio. "En comparación, el efecto del plomo sobre la velocidad motora fue comparable en ambos grupos, pues la reserva cognitiva no aplica a la velocidad motora", apuntó.
"Esto sugiere que una alta reserva cognitiva tiene una efecto protector que le permitió a estos trabajadores mantener su funcionamiento, incluso aunque el plomo afectó sus sistemas nerviosos como se demuestra mediante su efecto en sus habilidades motoras", añadió Bleecker.
¿Cómo podría la lectura proteger el cerebro? Según los investigadores, un aumento en la cantidad de sinapsis corticales en cerebros de mayor tamaño podría permitir más capacidad cerebral, la opción de usar circuitos cerebrales alternativos y algunos resultan dañados, y la capacidad de procesar las tareas de manera más eficiente.

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