viernes, 23 de noviembre de 2007

ATENCIÓN!!! CONCURSO DEL BLOG

Falta una semana para que termine el concurso del blog. Tenés hasta el 30 de noviembre para responder las preguntas y mandarme las respuestas a elsuperpollex@hotmail.com. Si todavía no participaste, busca el concurso sobre "APARATOS GENITALES" que fue publicado en octubre y al ganador le regalaré un libro de Fisiología. A participar y SUERTE!!!!

NUTRICIÓN/ artículo 8: Insistir sobre el peso a jóvenes favorece mal hábito alimentario

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los adolescentes con sobrepeso serían más propensos a seguir teniendo conductas alimentarias extremas o hábitos no saludables para adelgazar cuando sus padres insisten demasiado en los problemas con el peso corporal, sugirió un nuevo estudio.

En tanto, las comidas en familia y los patrones alimentarios regulares protegerían a los adolescentes de los trastornos continuos relacionados con el peso, propuso el equipo dirigido por la doctora Dianne R. Neumark-Sztainer, de la University of Minnesota, en Minneapolis.

"Les aconsejo a los padres que hablen menos sobre el peso y fomenten un hogar con alimentación saludable y ejercicio", dijo Neumark-Sztainer a Reuters Health.

El equipo analizó el sobrepeso, los atracones compulsivos, las conductas extremas para controlar el peso (vómitos inducidos, píldoras para adelgazar o laxantes) y los factores sociales y personales potencialmente asociados con esas conductas en más de 2.000 adolescentes de escuelas primarias y secundarias de Minneapolis/St. Paul.

Participaron en el estudio 1.311 mujeres y 1.069 varones.

La información reunida al inicio del estudio, cuando los estudiantes tenían 13 a 16 años en promedio, se comparó con la información obtenida cinco años más tarde y demostró que el 44 por ciento de las mujeres y el 29 por ciento de los varones tenían problemas permanentes con el peso.

Las bromas familiares sobre el peso corporal, las preocupaciones personales sobre el peso y las dietas/hábitos de control de peso no saludables predecían "consistentemente" el sobrepeso, los atracones compulsivos y las conductas extremas para controlar el peso a los cinco años, publicó el equipo en American Journal of Preventive Medicine.

En cambio, las comidas familiares frecuentes, una atmósfera familiar positiva durante la comida y el hábito del almuerzo reducía en el tiempo el riesgo de atracones compulsivos y el uso de medidas extremas para controlar el peso.

Estos resultados permiten identificar factores asociados con los problemas relacionados con el peso en los adolescentes, destacaron los autores.

"Al prevenir los factores de riesgo de los trastornos alimentarios, como las bromas sobre el peso, las dietas no saludables o la insatisfacción corporal, podríamos reducir también la prevalencia de obesidad en los adolescentes", finalizó Neumark-Sztainer.



FUENTE: The American Journal of Preventive Medicine, noviembre del 2007

domingo, 18 de noviembre de 2007

NUTRICIÓN/ artículo 7: COMO PARA NO VOLVERME LOCOOOO!!!!

NUEVA YORK (Reuters Health) - Las personas que comen gran cantidad de frutas, verduras y pescado tendrían menor riesgo de desarrollar demencia que las que prefieren un bife o huevos, informaron investigadores.

En un estudio sobre más de 8.000 adultos mayores, investigadores en Francia hallaron que aquellos con una dieta rica en ácidos grasos omega 3 tenían menos riesgo de desarrollar demencia en los siguientes cuatro años que quienes tenían una alimentación con bajo nivel de grasas omega 3.

Los omega 3 son ácidos grasos poliinsaturados presentes en pescados grasos, como el salmón o la caballa, y en ciertos aceites vegetales, como el de canola, lino y nuez.

En cambio, los investigadores hallaron un alto riesgo de demencia en las personas con dietas ricas en ácidos grasos omega 6, grasas poliinsaturadas presentes en la carne, los huevos y varios aceites, como el de girasol, maíz y soja.

Las grasas no fueron el único elemento de la alimentación que importaba, precisó el equipo dirigido por la doctora Pascale Barberger-Gateau, de INSERM U593 y la Universidad Victor Segalen, en Bordeaux.

Los investigadores descubrieron también que las personas que comían frutas y verduras todos los días eran un 28 por ciento menos propensas a desarrollar demencia que las que comían esos alimentos con menor frecuencia.

"Demostramos que, por un lado, el consumo de frutas y verduras y, por otro lado, el de pescado, tenía un efecto protector independiente sobre el riesgo de demencia", explicó Barberger-Gateau a Reuters Health.

Es más, dijo la experta, los resultados destacan las potenciales consecuencias de comer gran cantidad de grasas omega 6 sin "equilibrarlas" con grasas omega 3.

Estudios previos demostraron que la dieta occidental típica contiene una cantidad mucho mayor de grasas omega 6 que omega 3.

Los nuevos resultados, publicados en la revista Neurology, surgen del estudio de 8.085 hombres y mujeres mayores de 65 años a los que se controló durante cuatro años.

Al inicio del estudio, se les realizaron pruebas para descartar el diagnóstico de demencia y se los interrogó sobre sus dietas, salud y hábitos de vida.

Mientras que tanto el consumo de pescado como el de omega 3 en general, más las frutas y las verduras, estaban relacionados con menor riesgo de demencia, hubo una excepción. Las personas genéticamente predispuestas al Alzheimer no obtenían ningún beneficio de las grasas omega 3.

Una variación especial de un gen llamado apolipoproteina E está relacionada con un mayor riesgo de Alzheimer; los participantes portadores de esa variación no tenían una reducción del riesgo de demencia al consumir gran cantidad de pescado.

No obstante, destacaron los autores, la mayoría de la población no porta esa variación genética.

Según Barberger-Gateau, existe un motivo para creer que las grasas omega 3, las frutas y las verduras influyen directamente sobre el riesgo de demencia.

Los ácidos grasos omega 3 son parte de la membrana externa de las células cerebrales, explicó la investigadora, y poseen también efectos antiinflamatorios. La inflamación crónica de bajo grado en el cuerpo favorecería la aparición de enfermedades, incluida la demencia.

A diferencia de los omega 3, las grasas omega 6 demostraron promover la inflamación .

En cuanto a las frutas y las verduras, explicó Barberger-Gateau, contienen antioxidantes, como los precursores de las vitaminas C y A, y sustancias llamadas flavonoides, que protegerían a las células cerebrales de distintas lesiones.

"Estos resultados respaldan las recomendaciones generales de una dieta saludable", dijeron los investigadores.

Esto incluye comer por lo menos cinco porciones de frutas y verduras por día, consumir pescado por lo menos una vez por semana y elegir aceites como el de canola, lino y nuez.

Con todo, estos resultados no aclaran la cuestión entre el aceite de pescado y los suplementos antioxidantes, destacó Barberger-Gateau. Estos suplementos no demostraron aún si protegen de la demencia, señaló la investigadora.



FUENTE: Neurology, 13 de noviembre del 2007

NUTRICION/artículo 6: RELACIÓN ENTRE LACTANCIA y PREVENCIÓN DE ALERGIAS ALIMENTARIAS

(HealthDay News/) -- La lactancia durante los tres primeros meses de vida parece proteger a los niños de desarrollar alergias alimentarias.

Ese es apenas uno de varios hallazgos sobre las alergias alimentarias que se espera que se presenten esta semana en la reunión anual del American College of Allergy, Asthma and Immunology en Dallas.

Un experto anotó que la investigación ha demostrado una función posible para las estrategias de prevención de las alergias alimentarias en los niños de alto riesgo, como la evitación de alimentos de la madre durante el embarazo, la lactancia, la evitación de alimentos de la madre durante la lactancia, el uso de leche de fórmula hipoalergénica, la introducción posterior de alimentos alergénicos y probióticos.

"Una revisión de 18 estudios demuestra un efecto protector significativo de la lactancia exclusiva durante al menos tres meses para los niños en alto riesgo de atopia (la tendencia genética a desarrollar enfermedades alérgicas) contra el desarrollo de dermatitis atópica y los síntomas parecidos al asma al comienzo de la infancia", aseguró en una declaración preparada el Dr. Robert Wood, director internacional de salud de alergia e inmunología pediátrica de la Facultad de medicina de la Johns Hopkins.

Ofreció varias recomendaciones para los niños en alto riesgo de enfermedades alérgicas.

Las mujeres deben evitar el maní (cacahuate) y las nueces durante el embarazo y la lactancia.
Las madres deben complementar la lactancia con leche de fórmula hipoalergénica (parcial o extensivamente hidrolizada).
Retrasar la alimentación de estos niños con alimentos sólidos hasta los seis meses.
Retrasar la introducción de leche y huevos hasta el año y de maní y nueces hasta los tres años.
Iniciar la intervención precoz cuando aparezcan señales de alergia alimentaria (prevención secundaria).
En una presentación planeada sobre alergias y restricciones de la dieta, otro experto anotó que una persona podría tener una alergia a un miembro de una familia de alimentos pero podría consumir otros miembros de la misma familia.

Por ejemplo, un estudio sobre nueve pescados comunes halló que la alerginicidad y reactividad cruzada eran mayores entre el bacalao, el salmón y el carbonero, y menores entre el hipogloso, el lenguado, el atún y la macarela. Otro estudio sobre las nueces comestibles halló que la reactividad cruzada era intensa entre la nuez de nogal, el pecán y la avellana; moderada en el marañón, el pistacho, la nuez de Brasil y la almendra; y extremadamente baja entre el maní y las nueces de árbol.

"Uno puede ser alérgico a una parte particular de un alimento pero no a otra", aseguró en una declaración preparada el Dr. Sami Banna, jefe de alergia e inmunología de la Universidad estatal de Luisiana en Shrevport.

Otro experto aseguró que los médicos deben considerar la alergia alimentaria como causa potencial de síntomas gastrointestinales y dermatológicos.

"Los trastornos gastrointestinales eosinofílicos (TGIE), que podrían afectar el esófago, el estómago, el colon y el recto son principalmente crónicos y recurrentes, y afectan adversamente la calidad de vida de los pacientes y sus familias", aseguró en una declaración preparada la Dra. Amal Assa'ad, directora de la clínica de trastornos por alergias alimentarias y eosinofílicos del Centro médico infantil de Cincinnati.

"Los pacientes de TGIE tienen altos índices de sensibilización a los alimentos y alérgenos ambientales. Muchos de ellos tienen índices elevados de síntomas clínicos con la ingesta de diversos alimentos. Un subconjunto de pacientes responde a la eliminación de los alergenos alimentarios principales de la dieta", aseguró Assa'ad.

"La gestión de los TGIE con frecuencia exige varios especialistas, entre ellos el médico primario, un alergólogo inmunólogo, un gastroenterólogo, un nutricionista y un psicólogo", anotó.

viernes, 9 de noviembre de 2007

NUTRICIÓN/artículo 5: RIESGOS CARDÍACOS DE LA DIETA ATKINS

MARTES 6 de noviembre (HealthDay News/Dr. Tango) -- La dieta de Atkins, rica en grasas y proteínas y baja en carbohidratos, podría poner a sus seguidores en riesgo de enfermedad cardiaca incluso en apenas un mes, según sugiere un estudio reciente.

Cuando los individuos siguieron la fase de mantenimiento de la dieta (sin pérdida de peso), experimentaron un aumento en el colesterol "malo" y otros marcadores de enfermedad cardiaca, informan los expertos.

"Creo que la dieta de Atkins es potencialmente perjudicial para la salud cardiovascular, si se mantiene durante una larga duración y sin intentos de perder peso", afirmó el investigador principal, el Dr. Michael Miller, autor principal del estudio, director de cardiología preventiva en el Centro médico de la Universidad de Maryland y profesor asociado de medicina de la Facultad de medicina de la Universidad de Maryland en Baltimore. "Una dieta de Atkins de estabilización no es lo más aconsejable", apuntó.

Tampoco está claro si las populares dietas South Beach u Ornish, que también fueron estudiadas en el ensayo, en realidad promueven la salud cardiaca.

Se trata de apenas uno de varios estudios sobre la dieta y la nutrición programados para ser presentados en la reunión anual de esta semana de la American Heart Association en Orlando, Florida.

Otro estudio, llevado a cabo principalmente entre Mormones de Utah, encontró que los ayunos de rutina estaban relacionados con un menor riesgo de enfermedad de la arteria coronaria.

Además, otro ensayo encontró que beber con moderación podría ayudar a evitar la angina después de un ataque cardiaco.

"La nutrición sigue siendo un área de interés y claramente hay información conflictiva por ahí", dijo el Dr. Robert Bonow, ex presidente inmediatamente anterior de la American Heart Association. "Con la dieta de Atkins, sí se pierde peso y se experimenta un beneficio a corto plazo sobre los parámetros de lípidos, pero la preocupación sería el largo plazo. Las grasas saturadas no son buenas para la salud cardiaca, y mucha gente experimenta un rebote en el peso que no es bueno".

Aunque se ha realizado mucha investigación sobre la dieta de Atkins, nadie ha evaluado aún sus efectos cuando la persona no está perdiendo peso.

"Durante el proceso de pérdida de peso, esperaríamos ver un beneficio sobre varios parámetros [cardiovasculares]", apuntó Miller. En otras palabras, la pérdida de peso que puede provenir de tales dietas ayudará el corazón.

Pero, ¿cómo le va al sistema cardiovascular con un régimen rico en grasas cuando el peso sigue estable? "La pérdida de peso confunde los resultados y queríamos comparar estas dietas sin ese posible factor de confusión", explicó Miller.

Para este ensayo, 18 adultos sanos completaron cuatro semanas en cada una de las dietas de Atkins (cincuenta por ciento de grasa), South Beach (treinta por ciento grasa) y Ornish (diez por ciento grasa).

Las personas en la dieta de Atkins tuvieron mayores niveles de colesterol LDL (el "malo"), vasos sanguíneos más constreñidos y un aumento en marcadores de inflamación en la sangre, algunos en hasta treinta o cuarenta por ciento, informaron los investigadores.

Los resultados fueron menos claros para los regímenes Ornish o South Beach. En esas dietas, los marcadores de inflamación permanecieron estables o disminuyeron en hasta veinte por ciento, encontraron los investigadores.

Otro estudio le dio seguimiento a informes de los años setenta de que los Mormones experimentan menos muertes por enfermedad cardiaca.

Los investigadores anteriores habían supuesto que la prohibición del uso de tabaco entre los Mormones era el motivo, aunque los investigadores actuales presentaron la hipótesis de que algunos factores adicionales tenían algo que ver.

De hecho, las personas que informaron ayunar de manera regular tuvieron un menor riesgo de desarrollar enfermedad de la arteria coronaria. El estudio ajustó varios factores, entre ellos el descanso del sábado, evitar el té y el tabaco, y la edad y el índice de masa corporal.

El estudio no limitó el tiempo de ayuno, pero las enseñanzas religiosas de los Mormones incluyen ayunar una vez al mes durante alrededor 24 horas.

Podría ser que los que se proclaman a sí mismos como ayunadores tengan un mejor control de su dieta en general o que ayunar provoque algún tipo de mecanismo biológico protector, apuntó Benjamin Horne, autor principal del estudio, director de epidemiología cardiovascular y genética en el Centro médico Intermountain, y profesor asistente adjunto de informática biomédica de la Universidad Utah en Salt Lake City.

Aún así, el estudio ha generado más preguntas que respuestas, entre ellas si se debe ayunar y durante cuanto tiempo, señaló. Horne advirtió que los diabéticos, sobre todo, no deben comenzar a ayunar hasta que se sepa más al respecto.

Un último estudio, este con casi 2,500 individuos, confirmó que un consumo moderado de alcohol (unas dos copas al día) se relacionaba con un menor riesgo de angina un año después de un ataque cardiaco, en comparación tanto con abstinencia como con un consumo mayor de alcohol. Beber en demasía (más de cuatro copas al día) se relacionó con un mayor riesgo de angina, dijeron investigadores del Hospital St. Luke de Kansas City.

En medio de tanta información, ¿cómo encontrar el estilo de vida más sano?

"Recomendamos perder peso de manera lenta y constante en lugar de usar un método acelerado", aconsejó Bonow, quien es también el profesor distinguido Goldberg de la Facultad de medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern y jefe de la división de cardiología del Hospital conmemorativo Northwestern de Chicago.

Bonow ofreció lo que considera como una lista de comprobación nutricional rápida para la salud: "Hacer ejercicio y prestar atención a las calorías que entran y salen, muchas frutas y verduras, menos grasa saturada, los productos lácteos deben ser descremados, los alimentos fritos son malos, los ácidos grasos omega 3 son buenos".

miércoles, 7 de noviembre de 2007

NUTRICION/artículo 4: Los genes podrían ayudar a fomentar el consumo excesivo de alimentos

(HealthDay News) -- Las personas que comen en exceso de manera crónica tal vez tengan que culpar a su ADN, según sugiere una investigación.

Científicos de la Universidad de Búfalo afirman que quienes tienen niveles genéticamente más bajos de dopamina, una sustancia química cerebral que ayuda a hacer que comer y otras conductas resulten más satisfactorias, podrían estar impulsadas a comer más.

"No estábamos estudiando la obesidad en sí, sino la motivación para comer. Deseábamos comprender cómo regula el cerebro la motivación para comer", explicó Jennifer Temple. coautora del estudio y profesora asistente de investigación en pediatría.

En un informe que aparece en la edición de octubre de la revista Behavioral Neuroscience, el equipo de Temple evaluó genes relacionados con diferencias en la actividad cerebral, en particular la influencia de una variación genética relacionada con una menor cantidad de receptores de la dopamina D2 en las células. Cerca de la mitad de la población porta esa variación, llamada alelo Taq1A1.

Según los investigadores, las personas que tienen menos receptores de dopamina necesitan consumir más de una sustancia de recompensa (ya sea alimentos o drogas) para alcanzar el efecto que otras personas alcanzan con menos.

Al investigar más a fondo, el equipo de Búfalo estudió a 29 hombres y mujeres obesos y a 45 no obesos, entre los 18 y 40 años de edad. Los investigadores tomaron muestras de ADN del interior de la mejilla de cada persona para determinar si portaban la variación Taq1A1.

"Vinieron al laboratorio dos veces", señaló Temple. "En la primera visita, les dimos una gran porción de seis alimentos para merendar y les dijimos que era una prueba de sabor. Evaluaron los alimentos por sus características de sabor. Dejamos los alimentos en la habitación mientras completaban la evaluación". A los participantes se les dijo que podían comer todo lo que quisieran y los investigadores anotaron lo que ingirieron.

En la segunda visita, los investigadores evaluaron la motivación para comer de cada participante. Para ganar una recompensa de alimento, cada persona tenía que hacer clic con el ratón de una computadora veinte veces. "Para obtener más comida, tenían que hacer clic cuarenta veces", señaló Temple. "Deseábamos determinar qué tanto estaban dispuestos a trabajar por comida". Como recompensa, los participantes podían elegir alimentos o la oportunidad de leer un periódico.

"La combinación de estar muy motivado para obtener los alimentos y tener el genotipo hizo que la gente comiera más", dijo Temple. "Teníamos gente con una motivación muy alta para obtener los alimentos que no portaba el genotipo", añadió, pero esa gente aún así "comió menos que las personas que estaban motivadas y tenían el genotipo [Taq1A1]".

El mensaje final es que "una combinación de este genotipo y tener mucha motivación para comer o ser obeso parece hacer que la gente sea más propensa a comer en exceso", señaló Temple.

Sin embargo, los resultados del estudio no implican que los genes condenen a una persona a ser obesa. "Las personas que tenían el genotipo eran más pesadas, pero ciertamente había gente que portaba el genotipo y no era obesa", enfatizó Temple.

Aunque otras investigaciones han obtenido hallazgos similares, Temple señaló que su equipo evaluó conductas relacionadas con el genotipo. "Otros han encontrado que las diferencias en la densidad de la dopamina se relacionan con la obesidad", anotó.

En su trabajo futuro, el equipo usará escanografías cerebrales para revelar más sobre la relación entre el genotipo y el impulso a comer.

COn el tiempo, aseguró Temple, el sistema de dopamina podría convertirse en un objetivo para terapias de pérdida de peso. Por ejemplo, los medicamentos que afectan este sistema como los que se usan actualmente para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), podrían ayudar en los esfuerzos para perder peso, teorizó.

Otro experto, el Dr. Samuel Klein, director del Centro de nutrición humana de la Facultad de medicina de la Universidad de Washington, en San Luis, dijo que el estudio "aborda un área de la obesidad importante y relativamente descuidada, la contribución de la adicción a la recompensa en la regulación de ingesta alimentaria".

El Dr. Julio Licinio, profesor y presidente de psiquiatría y ciencias conductuales de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami, se mostró de acuerdo. "Esta es otra pieza del rompecabezas, que muestra que hay un componente genético y que los que portan este genotipo son propensos a tener distintos pesos debido al refuerzo con la comida".

Licinio publicó una investigación similar el año pasado, en la que encontró que las personas que tenían un genotipo particular para un receptor de serotonina, una sustancia química cerebral, eran más propensas a comer carne roja que aquellos que no lo portaban.

lunes, 5 de noviembre de 2007

NUTRICIÓN /artículo Nº 3: La vitamina C junto con la grasa podrían suscitar el cáncer

(HealthDay News) -- Una investigación reciente sugiere que cuando hay grasa en el estómago, la vitamina C pasa de ser militante contra el cáncer a un posible contribuyente a la malignidad.

Los investigadores de la Western Infirmary de Glasgow, Escocia, analizaron la interacción entre la vitamina C y los lípidos en la parte superior del estómago, que es particularmente vulnerable a cambios precancerosos y desarrollo de tumores. Se enfocaron en cambios en la química de los nitritos.

Los nitritos están presentes en la saliva humana y en los alimentos de conserva. Durante la digestión, se pueden convertir en compuestos cancerígenos conocidos como nitrosaminas, que se forman en condiciones acídicas. Sin embargo, la vitamina C generalmente inhibe su formación al convertir los nitritos en óxido nítrico.

Aún así, los investigadores hallaron que cuando la vitamina C y los nitritos se reúnen en ambientes que tienen un 10 por ciento de grasa, la vitamina C multiplicaba la producción de nitrosaminas entre ocho y 140 veces.

Sin altos niveles de grasa, la vitamina C controlaba los niveles de dos nitrosaminas entre cinco y mil veces. Además, eliminaba completamente la producción de las otras dos, según los investigadores.

Los autores del estudio anotaron que la grasa permanece en el estómago durante algún tiempo después de comer y también compone parte del contenido de muchas células que recubren el estómago.

En su artículo de la edición de septiembre de Gut, la hipótesis del equipo asegura que esta interacción explica por qué los complementos de vitamina C no han tenido éxito significativo en la reducción del riesgo de cáncer.

NUTRICION: artículo Nº 2. EL ZINC AYUDA A LOS ADULTOS MAYORES A PREVENIR NEUMONIAS

(HealthDay News) -- Un estudio reciente señala que mantener concentraciones normales de cinc en la sangre podría ayudar a prevenir la neumonía en los adultos mayores residentes de ancianatos.

Un equipo de la Universidad Tufts examinó a 617 personas a partir de los 65 de 33 hogares para ancianos del área de Boston.

Hallaron que quienes tenían concentraciones normales de cinc tenían cerca de cincuenta por ciento menos probabilidades de desarrollar neumonía que quienes tenían concentraciones más bajas.

El estudio, publicado en la edición de octubre del American Journal of Clinical Nutrition, también halló que las personas que tenían concentraciones normales de cinc tenían un índice 39 por ciento más bajo de muerte por todas las causas.

"(Las personas que tenían concentraciones de cinc más bajas) no sólo estaban en mayor riesgo de desarrollar neumonía sino que cuando se enfermaron, no se recuperaron con la misma rapidez y necesitaron un curso de antibióticos más largo", aseguró en una declaración preparada Simin Nikbin Meydani, autor correspondiente y director de laboratorio de inmunología nutricional del Centro de investigación sobre el envejecimiento y la nutrición humana del ministerio de agricultura de los EE.UU. en Tufts.

Los investigadores de Tufts tomaron muestras de sangre de los participantes al comienzo y al final del estudio de un año. Los participantes recibieron complementos diarios que contenían el cincuenta por ciento de la recomendación dietética diaria de varias vitaminas y minerales, entre ellos cinc, durante un año.

"Ya se sabía que el cinc fortalece el sistema inmunitario, pero se necesita más investigación sobre sus efectos sobre el desarrollo y la prevención de la pulmonía en hogares para ancianos. El siguiente paso sería un ensayo clínico", comentó Meydani.

Las carnes rojas, las aves, los granos integrales, los fríjoles, los lácteos y las ostras son ejemplos de alimentos que suministran cinc.

domingo, 4 de noviembre de 2007

NUTRICIÓN-artículo Nº 1 :Vitamina D reduce riesgo de muerte por cáncer de colon: estudio

WASHINGTON (Reuters) - Las personas con niveles más altos de vitamina D son menos propensas a morir a causa de un cáncer colorrectal, informaron el martes investigadores.

No obstante, la vitamina parece no afectar las posibilidades de morir por cualquier otro tipo de tumor.

Una serie de estudios reveló efectos protectores del cáncer y otras dolencias por el consumo elevado de vitamina D.

Un equipo dirigido por el epidemiólogo Michal Freedman, del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, buscó determinar si la vitamina D puede disminuir las chances de una persona de morir por varios tipos de cáncer.

Los expertos evaluaron a 16.818 personas que se sumaron a un sondeo nacional del Gobierno entre 1988 y 1994 y que fueron seguidas hasta el 2000. Entre ellas, 536 murieron de cáncer.

Los participantes entregaron muestras de sangre que los investigadores emplearon para definir los niveles de vitamina D en sus organismos.

Las personas con mayores niveles de vitamina D cuando ingresaron al estudio presentaban alrededor de un 72 por ciento menos de riesgo de morir a causa de cáncer colorrectal, comparado con quienes tenían los menores niveles de vitamina D, informó el equipo en Journal of the National Cancer Institute.

El cuerpo genera vitamina D cuando la piel está expuesta a la luz del sol. No muchos alimentos son naturalmente ricos en esa vitamina, que se encuentra en el pescado graso, como el salmón, y que suele hallarse en la leche fortificada.

En tanto, los investigadores no encontraron ninguna relación entre los niveles de vitamina D y el riesgo general de muerte por cáncer de pulmón, próstata, pecho, linfoma no Hodgkin y leucemia.

El cáncer colorrectal consiste en un tumor que aparece en el colon o el recto. La enfermedad provoca la muerte de unas 50.000 personas al año sólo en Estados Unidos.

MES DE LA NUTRICIÓN

Este mes voy a publicar todos los artículos relacionados con nuevos descubrimientos en relación a la nutrición que vayan apareciendo en distintos medios. Espero que les sirva como orientación para esta época del año en que comienzan a surgir ideas sobre "dietas mágicas" para bajar los rollitos acumulados en el invierno!!!.